viernes, 2 de abril de 2010

19

Dentro de unos minutos, otro año más. Ahora es cuando viene el típico discurso de lo rápido que pasa el tiempo, pero creo que prescindiré de él esta vez. Me limitaré a hacer un pequeño balance, algo más de mi agrado. Qué rápido pasa el tiempo, ¿verdad?... ¡Sólo bromeaba! Parece que fuera ayer el día en que cumplí los 19, y a la vez parece que hayan pasado siglos por mi persona. Dios, cuánto ha cambiado en tan poco tiempo. Hace un año estábamos acabando primero, aún seguía en la universidad, entrenaba por las tardes y soñaba con salir del país en tres años más... ¿Y ahora? "Mañana temprano debo tomar el tren para Elets..." Ahora me debato sobre dónde debo vivir en septiembre, ya no entreno ni voy a la uni, pero lo echo de menos; y hace unos días me dieron el mayor regalo que podía haber pedido: fuerza para seguir adelante. "Ahora sé, ahora comprendo que en este quehacer nuestro lo importante no es la fama, no es la notoriedad, sino que es el aguante. Debemos de llevar nuestra cruz y confiar. Yo tengo fe y por eso no sufro tanto, por eso no le temo a la vida, pienso en mi vocación..."

Es posible que este sea mi último cumpleaños en Valencia y quiero compartirlo con todos vosotros. Quiero dar las gracias a quien sea que deba darselas por todo lo bueno que me ha dado la vida: por mis amigos, por mi familia, por la gimnasia, por Irlanda, por el teatro... Por haber podido descubrir al fin algo que me aporta tantas cosas y tan buenas como esto.
En fin, es posible que mi entrada no tenga mucho sentido pero, ¿a quién le importa? Gracias a todos por estar ahí.

No hay comentarios: