martes, 29 de mayo de 2012


Veo ante mi esa cómoda cama que me hace soñar los sueños más grandes, aquella en la que me refugio cuando quiero huir, ese rincón cómodo y blando en el que reposar unos cansados músculos y una ajetreada mente.
Veo ante mí esa cama vacía, esa misma que desearía que engendrase pasiones y locuras, esa que quiero llenar de vida pero que sólo alberga sufrimientos tristes y oscuros que me asaltan noche tras noche, y de los que me despierto sola, asustada, triste...
Veo ante mí ese nido de miedos que debiera ser nido de infinitos recuerdos...