sábado, 28 de noviembre de 2009

Ni un sólo segundo

Primero, quiero disculparme (conmigo misma) por no haber escrito en tanto tiempo, siendo tanto lo que tengo que decir. Como excusa diré que la rabia me cegaba, y que el tiempo no estaba de mi parte (sí, es una excusa tan mala como cualquier otra, pero qué le vamos a hacer).

En fin, a lo que íbamos. Estos días pasados se ha estado abriendo paso en mí la necesidad de crear un poco de orden en esto a lo que llamo vida, por llamarlo de algún modo, puesto que vida es aunque no lo sea. "Más sustancia y menos arte", diría Gertrud. El caso es que he necesitado y necesito centrarme un poco, ya que si no lo hago veo prácticamente imposible hacer todo lo que quiero hacer durante este último año en Valencia.
De esta manera, he comenzado por el francés. A ver, si realmente quiero irme a París a estudiar (y a pesar de que ahora mismo lo veo un tanto imposible de cara al año que viene, no dejo de querer hacerlo) tendré que ponerme un poco las pilas y empezar a estudiar cosas por mi cuenta, porque no creo yo que con un año de básico pueda vivir, trabajar y estudiar en ningún país de habla francesa. Así que he empezado por hacerme con un par de libros extras que nos recomendó nuestro profesor, uno de los cuales tengo que encuadernar hoy para que no acabe hecho una mierda con el ir y venir dentro de la mochila. Para seguir con el rollo este de alumna aplicada, tengo que acabar de pasarme a limpio todos los apuntes de clase, que no son pocos, y tengo que hacerlo hoy. Y finalmente, y como paso culminante, estaría bien que empezara a hacer ejercicios de los libros nuevos, que para algo los tengo, ¿no? Eso además de hacer los ejercicios que muy amablemente David nos ha mandado para el Martes.

Prosigamos.

Resulta que el Lunes próximo hemos de presentar escenas. Eso implica varios puntos. Primero; hay que hacer un repaso de la biografía del personaje, lo que supone volver a leerla, leer la de mi compañero de escena, corregir las contradicciones, ampliarla, y volverla a leer. Parece poco, ¿no? Pues no, sólo ampliandola podría pasarme ya el fin de semana entero. Pero pasemos al punto dos; hay que empezar a crear el dosier, esto es, la memoria donde se explican todas las herramientas que se han utilizado para la construcción física del personaje, se analiza la escena, se relacionan las herramientas en la misma, se justifica la introducción de cualquier objeto en el trabajo, y una serie de largos y tediosos (aunque para mi muy interesantes) etccéteras. Tercer paso; coser el vestuario. Porque yo a Ofelia de rojo putón no la veo, y de granate tampoco, pero hasta que no tenga el vestido es lo que hay, así que he de darme prisa. Cuarto y por el momento último paso; repasar el texto, la disposición espacial, la línea de acción y el ritmo de la escena. Buff.
Continuando con el tema del teatro, mi profesora nos ha mandado, también para el Lunes, buscar información sobre el teatro épico y el dramático. A simple vista parece una tarea sencilla, pero si profundizamos un poco nos remite a la lectura de textos como la Poética de Aristóteles, varios de Brecht, y siguiendo con la línea de investigación algunos de Artaud. Vamos, un momentito y está hecho. Y después está el tema de las retroacciones, que es trabajo atrasado desde Octubre, y que además hay que pasar a limpio.

Más cosas. El tema del alemán lo dejaremos para un poco más adelante, porque si no puedo pegarme un tiro ya. Pero resulta que también trabajamos, ¡anda! Así que como el miércoles los informes tienen que estar entregados, no me queda otra que empezarlos durante este finde. Y también hay que ir revisando las tablas de las niñas, releer trozos del código, y hacer las fichas. Claro, y preparar la reunión del Miércoles, que no mando venir a los padres para entretenerlos un rato haciendo el capullo.
Además de todo esto, este fin de semana es la última oportunidad de ver la obra de El Mercader Amante, que por lo que sé no es nada del otro mundo, pero me apetecía verla. Y luego está la proyección de esta noche en Manantiales, que con la esperanza de que sea mejor que la de ayer, también me gustaría poder verla.

Vamos, en resumidas cuentas que estoy un poco jodida si pensaba hacer cosas este finde, tales como dormir, o comer..., y todo eso que la gente considera "necesario", porque va a ser que no me da tiempo ni por asomo a hacer todo lo que tengo que hacer.

Y ahora voy a vestirme, pues como me sobra el tiempo, tengo que pasar por la tienda de colchones a ver si les sobra algo de espuma, porque el Martes seguimos con bufones y necesitamos hacer añadidos a nuestro cuerpo.

Buen fin de semana, señores.

martes, 17 de noviembre de 2009

Noche espesa

Bueeno, pues aquí estamos a la una menos veinte de la madrugada del diecisiete de noviembre del dosmil nueve, decidiéndo qué hacer con la maravillosa noche que el mundo nos brinda. Por un lado, es de vital importancia estudiantil terminar con la biografía del personaje, la cual deberá ser entregada mañana inevitablemente. Por otro lado, no estaría de más estudiar un poco la teoría de francés para el examen de las tres, porque sería bastante adecuado empezar sacando buenas notas, para así poder evitar el magnífico global del mes de junio. Finalmente, mi mente, y sobre todo mi cuerpo, se debate entre dormir un pequeño rato y subir a la terraza de mi vivienda para pasar largas horas mirando el cielo ensimismada, esperando divisar alguna pequeña estrella cerca de Marte, cuya visión duraría milésimas de segundo, pero que haría que la noche haya valido la pena.

Así que creo que debería dejar de utilizar internet para fines no didácticos y ponerme manos a la obra. Y con esto y un bizcocho, hasta hoy a las seis que es cuando me levanto.

martes, 10 de noviembre de 2009

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.

Escribir, por ejemplo: «La noche está estrellada,
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos».

El viento de la noche gira en el cielo y canta.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso.

En las noches como ésta la tuve entre mis brazos.
La besé tantas veces bajo el cielo infinito.

Ella me quiso, a veces yo también la quería.
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.

Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella.
Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.

Qué importa que mi amor no pudiera guardarla.
La noche está estrellada y ella no está conmigo.

Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.
Mi alma no se contenta con haberla perdido.

Como para acercarla mi mirada la busca.
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.

La misma noche que hace blanquear los mismos árboles.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.

Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.

De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.

Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.

Porque en noches como ésta la tuve entre mis brazos,
Mi alma no se contenta con haberla perdido.

Aunque éste sea el último dolor que ella me causa,
y éstos sean los últimos versos que yo le escribo.



Pablo Neruda

martes, 3 de noviembre de 2009

"Cuánta decepción"

Y simplemente ya no sé qué pensar sobre el tema, es una, y otra, y otra vez la misma historia. Lo único que cambia es la persona implicada, y eso lo hace aún peor, porque si sólo fuera uno... Pero noooo, aquí la señora se encuentra con la gente más imbécil del mundo, mira qué bonito.

Y a eso añadamos el rayote mental del personaje, la dieta, la añoranza, la incertidumbre, blablablablabla. Que me aburro de mi misma, vamos.

Ale, me voy a dormir, o a estudiar, o a hacer biografía, o a tomar por culo, ¡que no puedo más!