domingo, 5 de abril de 2009

Any other world

Cuando el mundo era joven todavía, volaba libre surcando la inmensidad del vacío. Podía recorrerlo todo con solo desearlo. Pero alguien, sin darle tiempo a reaccionar, le cortó las alas; y de este modo se vio sumergida en otro mundo. Vivió toda su vida pensando que algo fallaba, que no pertenecía a ese lugar. Era un mundo demasiado cruel, lleno de avaricia y de maldad, pero nunca pudo recordar nada de su anterior existencia. Pasó el tiempo y creció, y maduró, y no dejó de intentar huir de aquella realidad ni un solo momento. Lo intentó todo, intentó ignorar los problemas de los demás como todos hacían, pero le parecía horrible. Viajó errante de un lugar a otro sin poder echar raíces en ninguno de ellos, sembrando sus ideas entre los que le conocían, quienes al verle pasar decían que volaba, reminiscente gesto inconsciente del pasado que habitó. Tuvo que pasar eso para que se diera cuenta de que tenía los pies en el suelo, y de que, por mucho que lo deseara, no iba a poder abandonar jamás aquel lugar que no le correspondía, condenada por siempre a la prisión de la vida.



Huyo. Me voy. A china. No me preguntéis de qué, sólo sé que huyo lejos por unos días, que lo necesito pero a la vez no quiero. Porque a pesar de todo voy a echar de menos las clases.
Y me acojona de lo lindo. Pero me encanta poder hacerlo.

2 comentarios:

Carcayú dijo...

Vale, no suelo pillar los sarcasmos escritos, de modo que, por lo que más quieras, aclárame, por favor ¿¿¿te vas a China de verdad???

Unknown dijo...

sabía que no era la única a la que le encanta hacer cosas a pesar de que una acojonada! xD

canadá.... y qué me dices de un surfista australiano, e? xD