sábado, 27 de febrero de 2010

Quiero llorar porque me da la gana.

"It was one of those days when it's a minute away from snowing and there's this electricity in the air, you can almost hear it. And this bag was, like, dancing with me. Like a little kid begging me to play with it. For fifteen minutes. And that's the day I knew there was this entire life behind things, and... this incredibly benevolent force, that wanted me to know there was no reason to be afraid, ever. Video's a poor excuse, I know. But it helps me remember... and I need to remember... Sometimes there's so much beauty in the world I feel like I can't take it, like my heart's going to cave in."

Creo que no se precisa ninguna explicación más, pero siento la necesidad de hacer mías las palabras. Es tanta la belleza que nos rodea que puede llegar a ser abrumadora cuando somos capaces de apreciarla. Cuando miro a mi alrededor y, en vez de lamentarme por lo malo, veo la suerte de ser quien soy y de tener lo que tengo; cuando miro al pasado y veo la comodidad y la libertad de la época que me ha tocado; cuando miro hacia abajo y veo los privilegios de haber nacido donde lo he hecho..., me siento afortunada. Cuando decido disfrutar del momento presente comienzo a apreciar las pequeñas cosas que me alegran, y que por ello son bellas. E incluso cuando me siento desgraciada por lo malo de esta vida, veo belleza en este mundo. Demasiada belleza. Y es entonces cuando como Lorca, quiero llorar porque me da la gana.

jueves, 18 de febrero de 2010

"Pavana por una infanta difunta"

Casi sin darme cuenta me vi inmersa en este mundo de fantasía y de locura que hoy me parece ser lo único que dá sentido a mi existencia. Casi sin darme cuenta, como cuando sopla el frío viento en primavera y nos hace enfermar, lo que pensaba que nunca podría dar fruto ha germinado, haciendo crecer una hermosa planta que florece día tras día. Como toda planta, tiene sus espinas. Cuando voy a cogerla con mis manos se clavan hasta el fondo y me hieren el alma, quedando aquesta planta embadurnada por rojos manantiales que salen de mis dedos. La tierra que la acoge también se ve afectada, pues una río de lágrimas caerá sobre esas piedras que creen que la protegen. Sí, la flor crecerá, se abrirá un hueco entre tanta miseria y se convertirá en algo tan hermoso, que sólo con mirarlo todos, las mismas piedras, las espinas, las lágrimas..., se darán cuenta entonces de su gran importancia. Pero ya será tarde; la mano del pastor, hábil con su navaja, cortará con cuidado el tallo que la tiene. Y la flor, como en una señal de estar agradecida, abrirá un poco más su pétalos, iluminados al fin por la luz del sol.

miércoles, 10 de febrero de 2010

¿Por qué, de pronto, todo parece derrumbarse? Aquello antaño idealizado, lo que nos daba ilusión, se desvanece o se transforma.
Quizás..., quizás sea yo misma la que se está cambiando, quizás solo ese miedo sea lo que me frena, aquello que me enferma, y lo mismo que hace que mis prioridades puedan dejar de serlo por cuatro o cinco dias...
No sé. No sé qué pasa, pero espero que aquesto sean meras señales de que algo bueno aguarda.

¿Dónde coño está Lorca en mi libro de Lengua?

Ovejita, niño mío,
vámonos a la orilla del mar.
La hormiga estará en su puerta,
yo te daré la teta y el pan.


[...] Ya sé que es una oveja. Pero, ¿por qué una oveja no va a ser un niño? Mejor es tener una oveja que no tener nada. Bernarda, cara de leoparda. Magdalena, cara de hiena.







¡Ah, si no hubiera muerto a destiempo!...

jueves, 4 de febrero de 2010

De nuevo






http://www.youtube.com/watch?v=hTK9r6htCPE&feature=related

¿Existe alguna otra manera de expresar la belleza de esta música si no es con una pelota en la mano y encima de un tapiz?

Lo que daría por poder hacerlo...

miércoles, 3 de febrero de 2010

Si pudieran crecerle alas al tiempo...

Simplemente, no sé cómo hacerlo. Veinticuatro horas al día no son suficientes. Hay noches que no duermo y días que no como porque no me da tiempo, y aún así me encantaría hacer mil cosas más.
Esta mañana me he dormido. En las clases de alemán también duermo. Y el puto Séneca no deja de rondarme por la cabeza.
He decidido pasar del concurso de monólogos y dedicarme un poco más de tiempo. Mi plan de leer un libro cada semana no está resultando, porque cuando no hay texto que aprender, hay fotocopias que leer. Y aún no he acabado la princesa prometida.
Y a todo esto, la semana que viene exámen(¿es?). No sé cómo voy a hacerlo, aunque creo que no debería pensarlo más.
Para finalizar, os dejo con esta reflexión. A ver si adivináis de quién es.

Ten cuidado, no sea que al hacer recuento de tu vida, sientas qué pocos días has vivido para tí.

jueves, 28 de enero de 2010

El mundo del teatro

Algunos días me doy cuenta de lo difícil que es esto, y entonces me vienen a la mente preguntas del tipo "¿Quién me mandará a mi meterme aquí?", o "¿Estoy haciendo lo correcto?", o "¿Merece la pena tanto sacrificio?". Creedme señores, que esto me pasa con frecuencia. Son muchas las inseguridades que nos creamos, y muchas las resistencias que oponemos cuando algo nos resulta complicado, nos cuesta. En ocasiones somos capaces de afrontarlas con un par, pero en otros momentos nos sentimos incapaces, frágiles y vulnerables. La cobardía se impone ante todo lo demás y nos bloqueamos. Y es una mierda. Es una mierda porque no estás agusto con lo que haces, y lo que antes era la mejor profesión del mundo se convierte en un tormento, en una lucha constante por salir a flote de nuestra propia tempestad.
Jodido, ¿no? Quizás os preguntéis por qué no abandono cuando me pasa esto, por qué decido seguir y "alargar el sufrimiento". Hay algo en este mundo a lo que llaman confianza. Se puede perder de vista la confianza en uno mismo, por supuesto, forma parte del aprendizaje. Pero si cuentas con alguien que te apoya, que está ahí día tras día, siguiendo tus pasos, haciendo que luches con garras y dientes por la causa, dándote aliento cuando realmente lo necesitas, y alimentando las ganas por seguir adelante..., es entonces cuando todo lo anterior deja de importarte. Porque sabes que vas a conseguirlo, que sí, estarás jodida unos días, te resistirás, te darás de hostias y te pegarás cabezazos contra la pared y todo lo que tu quieras. Pero la satisfacción de después, el poder decir "lo conseguí" o "lo estoy consiguiendo", el saber que todo el esfuerzo invertido, las noches sin dormir, los moratones, las agujetas y todas esas cosas han valido la pena, es algo que, yo, no cambio por nada.

Así que mañana voy a trabajar como una burra, y el fin de semana otro tanto de lo mismo. Y el lunes, con el taller, os vais a cagar.