Ovejita, niño mío,
vámonos a la orilla del mar.
La hormiga estará en su puerta,
yo te daré la teta y el pan.
[...] Ya sé que es una oveja. Pero, ¿por qué una oveja no va a ser un niño? Mejor es tener una oveja que no tener nada. Bernarda, cara de leoparda. Magdalena, cara de hiena.
¡Ah, si no hubiera muerto a destiempo!...
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario