miércoles, 3 de febrero de 2010

Si pudieran crecerle alas al tiempo...

Simplemente, no sé cómo hacerlo. Veinticuatro horas al día no son suficientes. Hay noches que no duermo y días que no como porque no me da tiempo, y aún así me encantaría hacer mil cosas más.
Esta mañana me he dormido. En las clases de alemán también duermo. Y el puto Séneca no deja de rondarme por la cabeza.
He decidido pasar del concurso de monólogos y dedicarme un poco más de tiempo. Mi plan de leer un libro cada semana no está resultando, porque cuando no hay texto que aprender, hay fotocopias que leer. Y aún no he acabado la princesa prometida.
Y a todo esto, la semana que viene exámen(¿es?). No sé cómo voy a hacerlo, aunque creo que no debería pensarlo más.
Para finalizar, os dejo con esta reflexión. A ver si adivináis de quién es.

Ten cuidado, no sea que al hacer recuento de tu vida, sientas qué pocos días has vivido para tí.

No hay comentarios: