Fecha: Martes 21 de Abril del 2009
Hora: 4:00 a.m.
Lugar: Valencia, España, Europa.
Segunda parte: Tianjin
Perdí el tren. Si, gracias a los magníficos malentendidos con el idioma, así como a las maravillosas e inexistentes indicaciones de metro que puedfes encontrar en Shanghai, mi tren se fue sin mi. El caso es que al llegar a la estación, con el tiempo justo, los chinos entran en acción: que si no es en esta estación, que si ves a aquel andén, que si mira en el número 34, si, si, el que está justo en la otra punta de la estación, tranquila, que es tan pequeña que seguro que llegas en seguida... Menos mal que un chico jóven que había cerca de nosotras nos acompañó hasta el mostrador, donde lo único que conseguimos fue cambiar el ticket para el día siguiente. Así quedó la cosa.
Día siguiente; llegamos con 45 minutos de sobra para evitarnos la misma historia, y ¿a que no lo adivináis? Era en la otra estación. Librate de los chinos chanchulleros que por acompañarte con el metro te quieren cobrar cinco euros y no te dejan en paz aunque les expliques que no, gracias, pero que tu puedes ir solita en el metro sin perderte; y acaba pillando un taxi para llegar a la otra estación, donde tampoco sabes de dónde sale el tren, y te toca pagarle tres euros a otro chino para que te acompañe corriendo hasta la puerta. Un minuto. Es lo que me sobró de tiempo una vez en el maldito tren. Y luego encuentra tu cama, que esa es otra.
En fin, la cosa es que llegué a Tianjin por la mañana y me dediqué a explorar la estación, dar vueltas por las calles más cercanas, comer en McDonalds (y me siento feliz de haberlo hecho, porque comer en un restaurante chino sin saber pedir nada de lo que tienen, que a saber qué es, no era lo que más me apetecía), y volver a la estación a las 6:00 p.m. para encontrarme allí con mi profe.
He de decir que se han portado super bien conmigo estos tres días, y estoy muy agradecida por ello. Así que nada, pasamos el tiempo contandonos historias, recordando momentos irlandeses, comiendo con palillos y haciendo trucos de cartas. Y luego en el cole mil recuerdos más por las similitudes de las clases, aunque no tuvieran nada que ver con las nuestras. Y canciones de Irlanda, y frases como "That's bad english, Teresa!" o "911 was an inside job!", y juegos con Colin y Bessie, y el trayecto en bici con Ali, la "lazy bike", la mezcla de tofu picante con pollo dulce de James... Ah! Y la pregunta de Kevin de "Are you a lady?" después de ser presentada como Mr. Eezer.
Después la peor parte: despedidas y vuelta a Shanghai en el "hard seat". Pero con el maravilloso "See you this summer" correspondiente. Así que nos vemos en verano, aunque en otro país más tranquilo, en otro continente, lejos de la contaminación y el tráfico chinos.
martes, 21 de abril de 2009
domingo, 12 de abril de 2009
Shanghai
Estoy flipando. Por razones varias. He de decir que este sitio tiene cosas buenas, pero también muchas malas. Pero me estoy precipitando de nuevo; iremos por orden.
El viaje en el avión no se puede decir que no haya sido pesado, pero de hecho nos trataron muy bien: nos dieron de comer, de cenar, de desayunar, y de beber cuando cada uno quería. Además, en el segundo avión (el que iba de Moscú a Shanghai) cada uno teníamos una pantalla con un mando, en la que te podías poner pelis, series, música, cuentos (en ruso, por supuesto) o podías jugar a distintas gilichorradas (porque el mando, si le dabas la vuelta era una mezcla entre teclado y mando de la play). Así que bien, aunque después de 15 horas tenías unas ganas de bajar que no veas.
En cuanto a la ciudad, desde antes de aterrizar se veía una especie de capa gris de varios muchos metros de alto, y ¿a que no adivinais qué era? Contaminación. Si señores, una capa de mierda gris impresionante. A parte de eso, Shanghai en sí está chulo. Por lo que me han dicho he llegado en el buen tiempo, así que aún mejor. Tiene muchas cosas sorprendentes, como chinos que te persiguen por la calle para venderte cosas, vehículos que no hacen ni puto caso de los semáforos (ya puede estar en verde que les da absolutamente lo mismo), andamios de bambú, gente que va por las calles con la mascarilla puesta para no morirse de la roña que respiran, y muchas más curiosidades.
La comida, importante. No existe en china algo que se pueda calificar de comida auténtica (por lo menos que yo haya visto). Todo engaña. La carne no sabe a carne, lo que tiene buena pinta puede estar vomitivo, y lo que no la tiene riquísimo. Es, como me dijo mi hermana, una lotería: puede salirte cualquier cosa. Lo que si que hay son un montón de cochinadas en plan galletitas, bollos, bebidas misteriosas, sucedaneos de chocolate...
Y bueno, de momento no cuento mucho más. Que en internet las cosas van cuando les apetece y si el gobierno chino lo decide oportuno (no funcionan cosas como el YouTube), así que no sé si podré escribir aqui muy a menudo.
Lo último. Ayer fuimos al templo de nosequien, uno que hay por aquí que es una pasada, y aprovechamos la excursión para comernos la mona de Pascua y el complementario huevo Kinder (traidos desde España, por supuesto). Y esta noche me voy de viajillo a Tianjin, a ver a Ali y a James, que tengo unas ganas que no veas, porque los echo un montón de menos.
Por cierto, mensaje para Bea: No vengas a Shanghai nunca a menos que traigas la maleta vacía, porque en las librerias venden algunos libros en inglés muy chulos, y lo mejor de todo es que la mayoría valen como dos euros... :S
P.D.: Tengo que dejar de comprar compulsivamente chatarra china, que con la tontería de que es barata me estoy arruinando.
Ya os iré informando de cómo van las cosas por aquí.
Besitos!!!
El viaje en el avión no se puede decir que no haya sido pesado, pero de hecho nos trataron muy bien: nos dieron de comer, de cenar, de desayunar, y de beber cuando cada uno quería. Además, en el segundo avión (el que iba de Moscú a Shanghai) cada uno teníamos una pantalla con un mando, en la que te podías poner pelis, series, música, cuentos (en ruso, por supuesto) o podías jugar a distintas gilichorradas (porque el mando, si le dabas la vuelta era una mezcla entre teclado y mando de la play). Así que bien, aunque después de 15 horas tenías unas ganas de bajar que no veas.
En cuanto a la ciudad, desde antes de aterrizar se veía una especie de capa gris de varios muchos metros de alto, y ¿a que no adivinais qué era? Contaminación. Si señores, una capa de mierda gris impresionante. A parte de eso, Shanghai en sí está chulo. Por lo que me han dicho he llegado en el buen tiempo, así que aún mejor. Tiene muchas cosas sorprendentes, como chinos que te persiguen por la calle para venderte cosas, vehículos que no hacen ni puto caso de los semáforos (ya puede estar en verde que les da absolutamente lo mismo), andamios de bambú, gente que va por las calles con la mascarilla puesta para no morirse de la roña que respiran, y muchas más curiosidades.
La comida, importante. No existe en china algo que se pueda calificar de comida auténtica (por lo menos que yo haya visto). Todo engaña. La carne no sabe a carne, lo que tiene buena pinta puede estar vomitivo, y lo que no la tiene riquísimo. Es, como me dijo mi hermana, una lotería: puede salirte cualquier cosa. Lo que si que hay son un montón de cochinadas en plan galletitas, bollos, bebidas misteriosas, sucedaneos de chocolate...
Y bueno, de momento no cuento mucho más. Que en internet las cosas van cuando les apetece y si el gobierno chino lo decide oportuno (no funcionan cosas como el YouTube), así que no sé si podré escribir aqui muy a menudo.
Lo último. Ayer fuimos al templo de nosequien, uno que hay por aquí que es una pasada, y aprovechamos la excursión para comernos la mona de Pascua y el complementario huevo Kinder (traidos desde España, por supuesto). Y esta noche me voy de viajillo a Tianjin, a ver a Ali y a James, que tengo unas ganas que no veas, porque los echo un montón de menos.
Por cierto, mensaje para Bea: No vengas a Shanghai nunca a menos que traigas la maleta vacía, porque en las librerias venden algunos libros en inglés muy chulos, y lo mejor de todo es que la mayoría valen como dos euros... :S
P.D.: Tengo que dejar de comprar compulsivamente chatarra china, que con la tontería de que es barata me estoy arruinando.
Ya os iré informando de cómo van las cosas por aquí.
Besitos!!!
miércoles, 8 de abril de 2009
Último
Último post español de aqui al día 19 por lo menos. Me quedan unas horitas para pirarme, y aún no tengo acabada la maleta, para variar. Soy feliz aunque esté nerviosa, acojonada y acelerada. Me da igual, me voy a Chinaaaaa!!! Madre mía, no me lo creo ni yo jajajaja. Bueno amigos (y enemigos), disfrutad de las fiestas, que seguro que dan para mucho esteis donde esteis. Y descansad, y recargad las pilas porque el día 20 estamos ahí de nuevo.
¡¡¡Liameros os voy a echar de menooooooooooooos!!!
Sed felices :)
¡¡¡Liameros os voy a echar de menooooooooooooos!!!
Sed felices :)
domingo, 5 de abril de 2009
Any other world
Cuando el mundo era joven todavía, volaba libre surcando la inmensidad del vacío. Podía recorrerlo todo con solo desearlo. Pero alguien, sin darle tiempo a reaccionar, le cortó las alas; y de este modo se vio sumergida en otro mundo. Vivió toda su vida pensando que algo fallaba, que no pertenecía a ese lugar. Era un mundo demasiado cruel, lleno de avaricia y de maldad, pero nunca pudo recordar nada de su anterior existencia. Pasó el tiempo y creció, y maduró, y no dejó de intentar huir de aquella realidad ni un solo momento. Lo intentó todo, intentó ignorar los problemas de los demás como todos hacían, pero le parecía horrible. Viajó errante de un lugar a otro sin poder echar raíces en ninguno de ellos, sembrando sus ideas entre los que le conocían, quienes al verle pasar decían que volaba, reminiscente gesto inconsciente del pasado que habitó. Tuvo que pasar eso para que se diera cuenta de que tenía los pies en el suelo, y de que, por mucho que lo deseara, no iba a poder abandonar jamás aquel lugar que no le correspondía, condenada por siempre a la prisión de la vida.
Huyo. Me voy. A china. No me preguntéis de qué, sólo sé que huyo lejos por unos días, que lo necesito pero a la vez no quiero. Porque a pesar de todo voy a echar de menos las clases.
Y me acojona de lo lindo. Pero me encanta poder hacerlo.
Huyo. Me voy. A china. No me preguntéis de qué, sólo sé que huyo lejos por unos días, que lo necesito pero a la vez no quiero. Porque a pesar de todo voy a echar de menos las clases.
Y me acojona de lo lindo. Pero me encanta poder hacerlo.
jueves, 26 de marzo de 2009
Feliz
Después de todo, estoy feliz. Es probable que no me dure mucho, así que voy a disfrutar mientras pueda. Pues eso señores, que estoy muy contenta. Al fin estoy volviendo a la normalidad (o a lo que cabe esperar normal viniendo de mi), vuelta activa a las clases de teatro, casi vuelta a los entrenamientos, y si, "vuelta" a la uni. ¿Por qué "vuelta"? Bueno, después de todo, sabeis tan bien como yo que la farmacia no es lo mio... pero de todas maneras, he decidido tomarmelo más en serio, al menos un poco. Al fin y al cabo, estoy ocupando una plaza, he de aprovecharla, aunque sea a mi manera. Así que estoy intentando arreglar lo de las prácticas, y también ir a las teóricas, aunque esto último es más bien imposible; de hecho, dudo que sirva de nada, porque cuando voy estoy más perdida que yo que se qué. Pero que conste que me he hecho con ciertos apuntes, ¡y estoy estudiando! En fin, tema uni a parte.
Sigo planificando el verano. Si me dan la beca, Canadá o Australia; si me dan los campos de trabajo, ni idea pero me es igual. Primera semana de Agosto: Irlanda, Celtic Music Festival. Luego Dublín por tiempo indefinido, todo depende de lo anterior. En Julio entrenes y curro, si es que encuentro algo. Y luego, pues la vuelta al cole. Y quien dice cole dice escuela de teatro.
Pero me he precipitado. Vacaciones de Pascua. Madrid. Hamlet. Avión. China. Shangai. ¡¡¡Me muero de ganaaaas!!!
Y antes aún tenemos la semana que viene. Las clases de 10 a 3, los carrerones en el río, la clase doble con las niñas del Lunes...
Bah, ne fin, que he acabado escribiendo un montón de cosas sin orden alguno, pero qué más da. Total, es mi blog, a quien no le guste... ya sabe.
Sigo planificando el verano. Si me dan la beca, Canadá o Australia; si me dan los campos de trabajo, ni idea pero me es igual. Primera semana de Agosto: Irlanda, Celtic Music Festival. Luego Dublín por tiempo indefinido, todo depende de lo anterior. En Julio entrenes y curro, si es que encuentro algo. Y luego, pues la vuelta al cole. Y quien dice cole dice escuela de teatro.
Pero me he precipitado. Vacaciones de Pascua. Madrid. Hamlet. Avión. China. Shangai. ¡¡¡Me muero de ganaaaas!!!
Y antes aún tenemos la semana que viene. Las clases de 10 a 3, los carrerones en el río, la clase doble con las niñas del Lunes...
Bah, ne fin, que he acabado escribiendo un montón de cosas sin orden alguno, pero qué más da. Total, es mi blog, a quien no le guste... ya sabe.
domingo, 22 de marzo de 2009
Buff, ¡cuanto tiempo sin escribir por aquí! En estos días han pasdo muchas cosas: me han quitado la escayola, lo que supone que dentro de poco volveré a la maravillosa rutina de siempre, hacer clases y entrenar; han sido vacaciones de fallas en Valencia, aunque yo las haya pasado en Madrid; he quedado con mis amigas del cole, de Irlanda, de teatro... Pero bueno, vayamos por puntos.
Después de tres semanas de estar sentada viendo las clases, llegan las vacaciones de fallas. Obvio es que ganas no tengo ningunas, porque por mucho que digan Valencia en fallas es horrible, al menos para los no-falleros. Está todo petado de gente y no se puede ni caminar por la calle, mucho menos con muletas. Además, media ciudad está cortada, lo que para mi maravilloso barrio, que se vale únicamente del autobus como medio de transporte hacia el resto del mundo, es una gran putada. Así que nos plantamos en fallas, con muletas y en autobus, lo que como veis es una combinación perfecta, y si a eso añadimos a los enanos con mentalidad asesina que van tirando petardos a todo el que pasa por al lado suyo, obtenemos la mejor razón para irse a Madrid (y que conste que me encantan las Fallas).
Por Madrid genial. Primero: que no estoy en mi casa, es más, estoy lejos de mi casa, así que la ciudad mola. Segundo: está llena de teatros por todas partes, y hacen obras que no tienen mala pinta. Tercero: tienen el museo del Prado, al que nunca había ido y con el que flipé de lo lindo, y eso que no vi ni la mitad de cosas. Cuarto: celebré San Patricio y me llevé un vaso de Guinnes y un gorro de lo mismo by the face, mas la pinta que me metí en el cuerpo. Quinto: iba con María, lo que supone un extra de locura, optimismo y diversión. Sexto: dormimos en un "cuchitril de putas" por llamarlo de algún modo, pero que molaba mucho porque entrabas y salías de allí cuando te daba la gana y sin problemas de ningún tipo. Séptimo: no había mucha gente, porque ni están en fallas ni están de vacaciones, así que, exceptuando a los guiris como nosotras, pudimos pasear a nuestras anchas. Y noveno y último: fuimos y volvimos en avión porque nos salía (increiblemente) más barato, así que la vuelta no fué tan mala.
Y bueno, además de esto mis vacaciones han consistido en ver a mis amigas, que ya iba siendo hora, y pasearme por la feria de ocasión para pillar algún que otro librillo. Bueno, y estudiar, y leer, y hacer progamaciones, y muchas más cosas que realmente no queréis saber porque son aburridas y poco interesantes. Así que lo dejaré aqui. Buenas noche y espero escribir de nuevo dentro de poco.
Después de tres semanas de estar sentada viendo las clases, llegan las vacaciones de fallas. Obvio es que ganas no tengo ningunas, porque por mucho que digan Valencia en fallas es horrible, al menos para los no-falleros. Está todo petado de gente y no se puede ni caminar por la calle, mucho menos con muletas. Además, media ciudad está cortada, lo que para mi maravilloso barrio, que se vale únicamente del autobus como medio de transporte hacia el resto del mundo, es una gran putada. Así que nos plantamos en fallas, con muletas y en autobus, lo que como veis es una combinación perfecta, y si a eso añadimos a los enanos con mentalidad asesina que van tirando petardos a todo el que pasa por al lado suyo, obtenemos la mejor razón para irse a Madrid (y que conste que me encantan las Fallas).
Por Madrid genial. Primero: que no estoy en mi casa, es más, estoy lejos de mi casa, así que la ciudad mola. Segundo: está llena de teatros por todas partes, y hacen obras que no tienen mala pinta. Tercero: tienen el museo del Prado, al que nunca había ido y con el que flipé de lo lindo, y eso que no vi ni la mitad de cosas. Cuarto: celebré San Patricio y me llevé un vaso de Guinnes y un gorro de lo mismo by the face, mas la pinta que me metí en el cuerpo. Quinto: iba con María, lo que supone un extra de locura, optimismo y diversión. Sexto: dormimos en un "cuchitril de putas" por llamarlo de algún modo, pero que molaba mucho porque entrabas y salías de allí cuando te daba la gana y sin problemas de ningún tipo. Séptimo: no había mucha gente, porque ni están en fallas ni están de vacaciones, así que, exceptuando a los guiris como nosotras, pudimos pasear a nuestras anchas. Y noveno y último: fuimos y volvimos en avión porque nos salía (increiblemente) más barato, así que la vuelta no fué tan mala.
Y bueno, además de esto mis vacaciones han consistido en ver a mis amigas, que ya iba siendo hora, y pasearme por la feria de ocasión para pillar algún que otro librillo. Bueno, y estudiar, y leer, y hacer progamaciones, y muchas más cosas que realmente no queréis saber porque son aburridas y poco interesantes. Así que lo dejaré aqui. Buenas noche y espero escribir de nuevo dentro de poco.
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