Pequeño humano que en la noche vagas,
¿no crees que es tiempo ya de que florezcas,
de que rompas las puertas y ventanas
y te enfrentes al mundo que te espera?
Asúmelo: nada conseguirás si sigues esperando
con las pesadas mantas tapando tu cabeza.
Tienes que reunir todas tus fuerzas y,
por tus propios medios, elegir olvidar tanta tristeza.
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