miércoles, 13 de octubre de 2010

¡Adelante!

Qué difíciles son los primeros pasos, ¿eh? Cuesta ser lo suficientemente valiente como para arriesgar nuestro orgullo. Cuesta no pensar en el qué dirán si esto sale mal, si no lo consigo. Cuesta pensar que es fácil equivocarse, y aceptarlo cuesta aún más.
Pero, ¿sabéis qué? Si no lo intentas, si no pruebas con todas tus fuerzas, si no tienes las ganas suficientes como para seguir ese pequeño impulso... es posible que el momento pase de largo y estés toda tu vida arrepintiéndote. Porque errar es humano, y si te equivocas puedes aceptarlo con el tiempo. Pero no se puede aceptar que no se está viviendo, no se puede aceptar que ansíes algo que has tenido al alcance de tu mano, y que has decidido no coger por miedo.
A veces, sólo hay que dejarse llevar...

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