martes, 23 de diciembre de 2008

23 de Diciembre

Siempre me ha gustado este día, desde que era una enana. Entonces era uno de los mejores días de Diciembre: empezaban las vacaciones, celebrábamos el santo de mi hermana, y preparábamos la casa para el día de Navidad.

Aún ahora, sigue siendo una de mis fechas favoritas. Ya tengo vacaciones desde hace días, ya no celebramos el santo de mi hermana y ya no preparamos la casa para Navidad. Pero aún así, me encanta este día, me trae buenísimos recuerdos, ya algo lejanos.

Y este año, es incluso más especial. Este año he tenido dos veintitreses de Diciembre. El primero de ellos fue un regalo, un regalo de un gran amigo. Este amigo, a pesar de todo, mira siempre por mi bienestar, por lo que a mí me hace más feliz. Un día, allá por mediados de Noviembre, tuvimos una conversación a la hora de comer. Él me dio la fuerza suficiente para dar un paso importante, y me obsequió con otro maravilloso 23 de Diciembre. Me regaló una entrada al teatro, que llevaba implícita toda una historia detrás. Por un día, aunque sólo fuera uno, me sentí la persona más feliz del mundo.

Dudo que él lea esto, pero en el caso de que lo hiciese, muchas gracias. No sólo por eso, sino porque cada día, cada vez que hablo contigo, me haces sonreir.

No hay comentarios: