Amanece. Las gaviotas anuncian con sus cercanos gritos el
principio de un día que está por comenzar. Camino hacia mi casa sin pensar,
rechazando las voces que quieren atraparme entre sus cuerdas finas haciendo una
maraña de ideas con mi mente. No sé cómo he podido tropezarme de nuevo con esa
vieja piedra que prometí esquivar. Y he caído otra vez contra este frío suelo,
pegándome de bruces con la realidad que hace que quede triste cuando intento
taparla con capas de licor. Los vacíos que acechan no se ocultan con tal
facilidad, por mucho que se intente. Pienso que quiero no pensar en ello,
levantarme y seguir como si nada, pero como si nada ya no es algo posible. No
queda más remedio que curar las heridas que el golpe ha abierto. Escuecen. Se
curan con alcohol, del otro tipo. Y mientras cicatrizan, camino. Bajo junto a
los coches que llevan rumbo fijo, que tiene dirección. Me guío por carteles,
por calles que ya he visto, por colores, por tiendas, más bien por intuición.
Miro y no veo nada, reconozco el dolor pero niego tenerlo. Parezco tonta, es
cierto. Llego a mi calle y subo, voy subiendo la cuesta hasta llegar al fin a
ese triste rincón que dice ser refugio de mis pasos. Escaleras, dos vueltas,
bombillas apagadas que me niegan su luz, y mi nido marchito, esperando a que
aparezcas tú.
domingo, 17 de junio de 2012
sábado, 16 de junio de 2012
Quiche, pimienta, y un vestido de flores.
Sábado por la mañana. Ya ha pasado casi un año, y no consigo
olvidarte. Me visto para ir a comprar. Hace calor, y me pongo ese vestido de
flores que tanto te gustaba, ese que te permitía "ver el sol". Tu
foto se ríe desde mi pared, me pregunto si debería quitarla... Camino sonriendo
por la calle, recordando las compras tan estresantes en el Carrefour;
trescientos euros son demasiados... Llego a casa tras una compra corta y
aburrida. Me quito el vestido, no quiero que se manche. Me pongo lo primero que
encuentro y me meto en la cocina. Esta noche toca cena, y quiche. Hace tiempo
que no cocino una quiche. Saco la mostaza de la nevera, y pienso que se está
acabando, y debería hacer un viaje a Alemania para comprar más. Sería un buen
plan, también se me acaba el Jägermeister. Mierda, no recuerdo cuántos huevos
se ponían... Sigo pensando en el verano. Nada ha vuelto ha ser igual desde entonces;
me miro, y ya no soy la misma. Me has cambiado. Vale, me he pasado con la
pimienta. A ti te gustaba con mucha pimienta, pero no al resto de la humanidad.
Habrá que solucionarlo. Haré dos quiches. El mes que viene Lena y Teresa
estarán aquí. Será un buen mes, aunque no pueda correr, ni saltar vallas, ni
jugar a la petanca... Será un buen y caluroso mes, dudo que llueva. Pero
podemos coger autobuses a las dos de la mañana y andar una hora más hasta
llegar a casa. O hacer autostop y que nos regalen vodka. O besar motociclistas,
qué más da. No creo que el beso de uno de ellos nos salve a ninguna. Buscaremos
un lugar desde donde ver las estrellas. No será un campo de trigo recién
cortado, o tal vez sí. Pasearemos en bici. Jugaremos al Jungle Speed. No podremos
esconder colchones, pero ya encontraremos una alternativa. La quiche está
terminada. Y Agosto aún está libre. ¿Y si me voy en Agosto? ¿Campo de trabajo
en Agosto? Creo que estoy intentado sustituirte. Pero tu olor no se me va.
Hueles a libertad, a alegría, a vida... Tu olor no se me va por mucho que me
lave con otros cuerpos. Sigues ahí. Pero no estás. Me pregunto si piensas en mí
alguna vez, si mi foto sonríe en algún lugar de tu vida. Pero la quiche ya está
lista. Si no la saco del horno se va a quemar.
domingo, 10 de junio de 2012
"Seize the day."
Since the moment I heard those words, I've tried to follow them. I've been doing a lot of things, learning different languages, practising new sports, travelling the world, meeting new people... But is now, after what has probably been the hardest year of my life, that I realize what they really mean.
Seize the day does not involve doing loads of stuff; it means "the stuff you do, do it properly". It means that every little action in your life has to be worth. It means to enjoy every second from every day that comes. It means that you can enjoy all that happens in life with all your senses.
So, from now on, I'll try to really do that.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)